Somos trabajadores y trabajadoras, vecinos y vecinas, estudiantes, adultos y jóvenes, colectivos de trabajo popular, gente honesta y voluntaria que se inspira en el legado de resistencia del pueblo mapuche y otros pueblos originarios, en los héroes de la independencia como Manuel Rodríguez, en los libertarios de la sociedad de la igualdad como Rosario Ortiz “la monche”, en los padres del movimiento obrero como Luís Emilio Recabarren y Clotario Blest, en los gestores de la revolución popular con Salvador Allende y los hijos de la resistencia a la dictadura como Miguel Enríquez, Carlos Lorca, Tatiana Fariña y José Valenzuela Levi. Pero además, somos también opositores permanentes de los gobiernos neoliberales tanto de la Concertación como el de Piñera .
Somos la Izquierda Popular y somos anti derecha, anti las dos derechas que existen en Chile, la de la Alianza Por Chile y la de la Concertación. Lo decimos claramente no sólo somos anti-neoliberales, somos por esencia anti-capitalistas. Reivindicamos con fuerza los contenidos programáticos del acta fundacional de la Central Única de Trabajadores, CUT, de 1953.
Nos sentimos continuadores, de manera humilde, de la lucha de muchos y muchas en nuestra historia, especialmente los trabajadores por conquistar una sociedad donde impere la justicia social y una real soberanía popular.
Qué queremos?
Aspiramos a la conquista de la felicidad y la libertad plena para todos y todas, eso pasará por la conquista de la sociedad sin clases sociales, el comunismo. En ese proceso aspiramos a ser parte de la construcción de una sociedad socialista anti burocrática y de real soberana nacional y popular.
No creemos en los actuales partidos políticos tradicionales, que están dominados por una burocracia corrupta y antidemocrática. Nos cansamos de las falsas promesas y de los ofertones políticos. Estamos por una independencia política de los patrones, de su estado y sus partidos.
Proponemos como vía revolucionaria para conquistar los necesarios cambios estructurales que Chile requiere, la construcción de un poder popular revolucionario de largo aliento que sea un poder dual al Estado chileno, aunque interactué con esa institucionalidad arrebatando y transformando espacios políticos, económicos, culturales jurídicos y militares a las clases dominantes.
Entendemos como poder popular revolucionario, la creación de una fuerza social organizada, con voluntad política tras un proyecto de liberación nacional y popular y también como una práctica de los valores y sociabilidad de la nueva sociedad que queremos construir.
Es un proyecto de creación colectiva en que cada ser humano que participe en el proceso tendrá los mismos derechos y deberes de todos y tendrá la obligación de cultivarse como persona en los más altos valores de la dignidad y solidaridad entre hermanos y hermanas latinoamericanos.
En el camino de la construcción de ese poder popular revolucionario aspiramos a ser gobierno en los territorios, espacios sociales de trabajadores, estudiantes, en las comunas, regiones y en el país, para potenciar el poder popular revolucionarios y las condiciones de su existencia.
El gobierno al cual aspiramos en una primera etapa del proceso de creación y afincamiento del poder popular revolucionario, se propone conquistar e implementar 12 puntos programáticos a nivel nacional.
Qué tareas proponemos para un gobierno que le abra paso al poder popular revolucionario.
1.- Proponemos la convocatoria a una Asamblea Constituyente. Esta deberá hacerse cargo de un vacío en nuestra historia republicana, garantizando la participación sustantiva del mundo popular y especialmente de los trabajadores. Para lo cual, desde ahora, asumimos la vía popular a la constituyente, que no es otra cosa que una manifestación más del poder popular.
2.- Para financiar las demandas sociales que el pueblo y la ciudadanía demanda, proponemos la re-nacionalización de las riquezas básicas partiendo por el cobre, el que deberá ser gestionado y controlado por los trabajadores y los movimientos sociales.
3.- El capitalismo, en su versión neoliberal, que ha predominado en los últimos 40 años debe ser sustituido por un nuevo modelo económico, en armonía con la naturaleza y bajo la idea de una real soberanía nacional. Este nuevo modelo económico para Chile, tendrá como horizonte un socialismo democrático en camino a construir una sociedad sin clases.
4.- Un nuevo código de los trabajadores, que asegure sueldos y trato digno para los trabajadores y trabajadoras.
5.-Un sistema de jubilaciones solidario y de seguridad social, terminando con el sistema de las AFPs.
6.- Una educación y salud estatal, gratuita, de excelencia con la participación de la comunidad.
7.- La construcción de barrios dignos para todos, lo que implica el derecho a casas dignas en un medio social y natural adecuado.
8.- El respeto irrestricto a los derechos humanos en el plano civil, militar y económico.
9.- El respeto a la autonomía de los pueblos originarios, especialmente los hermanos mapuche.
10.- El respeto a los inmigrantes, que vienen a armar sus vidas en nuestro país. Ellos se merecen respeto cultural y legal por parte del estado y la sociedad chilena.
11.- El desarrollo de una ciencia y tecnología propia, que nos permita soberanía y salir de la colonización imperial.
12.- La integración de Latinoamérica en una gran confederación de hermanos latinoamericanos, en ese camino la integración de Chile al ALBA.
Bajo estas premisas teóricas y políticas, hacemos un llamado a todos y a todas a multiplicar de manera creativa las asambleas de la izquierda popular en cada rincón de Chile y desde esas asambleas, crear la unidad con los múltiples colectivos populares que luchan y resisten día a día en el país.
En el proceso de liberación estamos dispuestos a discutir nuevos elementos que enriquezcan o cambien nuestras propuestas en el marco del anti-capitalismo y de la opción popular revolucionaria.
No somos dueños de la verdad, pero estamos seguros de nuestras aspiraciones y de nuestros sueños, que no son más ni menos que el de las generaciones de revolucionarios que aspiraron a construir una sociedad de hermanos y hermanas, la sociedad de la libertad y de la felicidad del ser humano.
Noviembre 2012.